
Sabemos que dentro de no demasiado tiempo el CD y el DVD tienen caducidad. Quienes mandan son los propios datos; bits que dará igual que sean música o una película, un texto o una fotografía: Es información. Hoy -quizás tarde aunque nunca viene mal para colocar a las entidades de gestión que acusan a la mal llamada piratería de todos sus males-, Alain Levy, CEO de EMI (vía
BP y
más fuentes) ha afirmado que el CD de música está muerto: "
The CD as it is right now is dead", aseguró en el
London Media Summit.
En la
nota de prensa oficial de EMI, desaparece la jugosa frase aunque también pueden leerse otras de similar calado: "
Lo digital nos ha traído más cerca a la gente que compra música y ha facilitado una nueva era". Cree que el proceso es ahora inverso al del pasado. Son los proveedores y minoristas los que buscan al comprador. Termina rotundo: "
el consumidor es el rey". También, sin valorarlo como un acto ilegal, dijo que el 60% de los "ripeos" de CD pasan a formar parte de reproductores de música mp3.
El próximo año no piensan editar nada que no tenga material adicional para proporcionar "valor añadido" al soporte. ¿Pero cómo incrementar la eficiencia de una empresa cuando "lo añadido" también puede fluir libremente por la red? La
búsqueda de alternativas se antoja complicada aunque lo importante no es la meta sino hacer el camino.
Levy habló de "
cambio sísmico de nuestra cultura". No está mal para 2006. Hace una década, cuando ya compartíamos mp3 era el momento de vislumbrar el cambio. O quizás en 2001 con la popularidad del ADSL. Eso al menos para nuestro país. Pero no. Es triste y la
cruda realidad se impone a veces de manera salvaje. El consumidor de siempre quiere seguir premiando al creador pero la diferencia entre
valor y precio nos acerca a un
trabajo inmaterial.