Lejos de venirse abajo, fue a juicio, entregando su ordenador incluso a la RIAA para que pudiese evaluarlo y demostrar así que ella no había compartido 1288 canciones en mayo de 2004 bajo el seudónimo de Gotenkito. Ese informe técnico nunca llegó al juzgado y retiraron la demanda siempre que Tanya Andersen no les demandara pero ella se negó y la RIAA tuvo que pagar las costas de juicio (unos 300.000 dólares).
Por si esto fuera poco, decidió demandar a la RIAA, la SSC, MediaSentry, Warner Music Group, EMI Group, Sony BMG Music Entertainment, y Universal Music. Los abogados de Tanya consideran que los datos de direcciones IP recopilados por MediaSentry por encargo de la RIAA y que sirvieron para iniciar la campaña de acoso judicial contra particulares pueden contener errores que pueden haber llevado a acusar de forma errónea a unas 8.000 personas, un 20% del posible listado de infractores.
El juicio está aún por llegar y decidiéndose los términos en fase pre-procesal. "Por la razón que sea, se me ha entregado esta oportunidad única para luchar con esto. Siento cierta responsabilidad y quiero ayudar a otros. Eso es lo que me empuja", dice Andersen desde Portland (EEUU).